El queso de cabra, también conocido como chèvre. Tiene un sabor distintivo que puede variar desde picante y fuerte hasta cremoso y suave, dependiendo de la maduración del queso.
El queso de cabra puede elaborarse de varias texturas: suave, semiduro y curado. El queso de cabra suave suele ser untable y puede utilizarse en salsas, ensaladas y como cobertura de galletas saladas y pan. El queso de cabra semiduro puede cortarse en lonchas y utilizarse en bocadillos o desmenuzado en pizzas. El queso de cabra curado puede rallarse y utilizarse en recetas que requieran queso parmesano.
El Old Amsterdam Goat ha sido madurado durante 8 meses lo que lo convierte en un queso de cabra duro. Old Amsterdam Goat El queso tiene una textura firme y ligeramente desmenuzable, de un color dorado intenso y un sabor a nuez y caramelo. A menudo se lo describe como un queso con un perfil de sabor rico y complejo, a la vez ácido y dulce, con toques herbáceos y terrosos.
Este queso es una opción popular para tablas de quesos, sándwiches, ensaladas y para cocinar, ya que puede agregar una profundidad de sabor única a cualquier plato. El queso de cabra combina bien con una variedad de alimentos y sabores; sin embargo, los mejores sabores a considerar son:
frutas, nueces, hierbas y miel.